domingo, 21 de noviembre de 2010

LOS DEMONIOS EXISTEN Sobre creatividad y locura.


La relación entre creatividad y locura no es un tema nuevo. A lo largo de la historia de la literatura y el arte se ha podido comprobar que, con frecuencia, las personas poseedoras de una gran capacidad creadora son muchas veces aquellas que también tienen propensión a desarrollar trastornos psíquicos. Esta relación ha dado objeto a un sinnúmero de estudios y reflexiones, y no cuesta mucho esfuerzo formular una lista con ejemplos de creadores cuyo talento ha florecido en forma paralela a perturbaciones psíquicas o desarreglos emocionales. Obviamente no es la locura un requisito indispensable para la creación, y a nadie se le ocurriría afirmar que todos los enfermos mentales sean genios. Sin embargo, es interesante notar la existencia de un grupo de artistas cuya producción, por ejemplo, está marcada por estados maníacos de producción ilimitada, seguidos de períodos de depresión profunda. Otros han dado testimonio de síntomas específicos, como alucinaciones visuales o auditivas, sueños turbulentos y sensibilidad exacerbada. Estos síntomas, que con frecuencia han causado gran sufrimiento a sus poseedores, muchas veces han resultado en exquisitas obras de arte, música o literatura. En relación directa con ciertos estados de desequilibrio psíquico o emocional pueden también mencionarse los numerosos casos de suicido. Creadores como Vincent Van Gogh, Edvard Munch, Sylvia Plath, Arthur Rimbaud, August Strindberg, Virginia Woolf o Alejandra Pizarnik testimonian la relación trágica entre ciertos estados mentales en muchos casos inseparables: creación y locura.
"El grito" de Edvard Munch

Hasta el momento, la relación entre creatividad y locura ha sido estudiada fundamentalmente desde el punto de vista histórico-biográfico y psicológico, documentando y estudiando los casos individuales en los cuales los trastornos mentales parecen haber abierto las puertas del genio creador. Se han estudiado las condiciones de vida de los artistas, el promedio de edad, la relación de la creatividad con el uso de drogas y alcohol, la tendencia al suicidio y otros datos que dan por sentado que esta inquietante relación es un hecho. Sin embargo, no se había dado a conocer ningún estudio de tipo neurobiológico sobre el fenómeno hasta hace muy poco, cuando los investigadores suecos del Instituto Karolinska de Estocolmo, Fredrik Ullén y Örjan de Manzano, presentaron un detallado informe al respecto. 

En este trabajo, Ullén y de Manzano estudian los procesos cerebrales que demuestran que el sistema de dopaminas en el cerebro de personas creativas semeja en muchos aspectos al de personas con el diagnóstico esquizofrenia. ¿Cómo funciona este sistema? A diferencia de las personas “normales”, el sistema de dopaminas (subtipo receptor D-2) de las personas creativas no filtran de manera tan estricta el torrente de impresiones sensoriales (visuales, auditivas, olfativas, etc) con el que estamos en contacto todo el tiempo, lo cual aumentaría la capacidad del individuo de percibir relaciones y crear asociaciones originales y, a veces, extravagantes o delirantes. Desde el punto de vista de la creatividad, este sistema puede originar una corriente inagotable de ideas e inspiración, pero desde el punto de vista de la enfermedad, puede conducir al paciente a la confusión y la angustia. En resumen, una hiperestimulación que podría provocar tanto procesos creativos como desórdenes psicóticos (1). Ullén y de Manzano aclaran que ésto no significa que una persona que sufre de esquizofrenia automáticamente sea más creativa, y que en el caso de serlo, la enfermedad con frecuencia dificulta la concreción de la capacidad creadora. Según los investigadores, muchos creadores provienen de una familia con propensión a ciertos desórdenes psíquicos, y algunos pueden inclusive ser afectados por la enfermedad durante ciertos períodos de su vida.

El estudio de Ullén y de Manzano ha despertado el interés internacional, lo cual extraña un poco a los investigadores. Según ellos, es ya bien sabido que personas de gran creatividad, con más frecuencia que otras tienen en su familia casos de enfermedades psíquicas, como la enfermedad bipolar o maníacodepresiva y esquizofrenia. Y que desde todos los tiempos se sabe que el límite entre locura y creación es difuso e imposible de definir. La meta de los estudiosos fue simplemente documentar los mecanismos (algunos de ellos) que nuestro cerebro pone en funcionamiento durante el proceso de creación, comparándolo con los de la enfermedad para, en el mejor de los casos, dar un conocimiento más profundo y matizado de las mismas. Los estudiosos suecos creen hallar aquí la explicación de por qué los genes que conducen a la enfermedad mental no han desaparecido a través de la evolución: cuando la persona que los posee logra encontrar el equilibrio, potencian su capacidad creadora.
"Separación" de Edvard Munch

Otra meta del equipo de investigadores del Instituto Karolinska es profundizar la comprensión de los mecanismos de la creatividad con el objeto de implementar estrategias para entrenar y desarrollar el pensamiento creador. Estudios anteriores han demostrado que el primer paso de la creatividad es la capacidad de producir una gran cantidad de ideas y alternativas en una especie de corriente denominada flow, un estado de concentración y gozo que ciertas personas experimentan durante el ejercicio de actividades intelectuales estimulantes. Sin embargo, Ullén y de Manzano están firmemente convencidos de que el secreto de una conducta creativa exitosa reside en la combinación de creatividad y disciplina. Para ser creativo, es necesario también poder ordenar las ideas y tener la capacidad de llevarlas a la práctica. Un torbellino continuo y desordenado de ideas sólo generaría confusión y caos. 

Científico y humanista

"Noche estrellada" de Vincent van Gogh

El estudio de Ullén y de Manzano ha suscitado gran interés, no sólo por sus resultados sino por ser uno de los investigadores - Fredrik Ullén- una figura destacada de la vida cultural sueca. Fredrik Ullén es docente de la cátedra de Neurología Cognitiva en el Instituto Karolinska de Estocolmo, además de trabajar en el Stockholm Brain Institute, donde dirige un equipo de investigadores especializados en el tema neurobiolgía de la música. Y además de esta brillante y exigente carrera profesional, Ullén es también un destacado pianista. Con una larga carrera como concertista y con numerosos discos grabados y premiados, Ullén ha sido reconocido como un virtuoso de técnica casi perfecta y gran sensibilidad. Cómo logra Ullén combinar estas dos actividades de tanta exigencia puede quizás explicarse en la receta que él mismo nos revelara anteriormente: combinación de creatividad y disciplina. “- Yo me considero tanto un científico como un humanista. El desarrollar ambos aspectos enriquece mi vida”- dice. Otra de las claves de esta combinación de roles es una zona en común donde el ejercicio de la música, y la investigación y reflexión sobre los mecanismos de creación, se cruzan. Los límites entre el trabajo y el tiempo libre también son fluctuantes, y cuando un creador trabaja con lo que es su pasión no quiere, ni puede, descansar.

El campo en el que Fredrik Ullén ha trabajado más y en el cual se siente más a gusto es el de la música. Ullén estudiado a un gran número de pianistas profesionales y demostrado que el entrenamiento musical desde la infancia produce transformaciones anatómicas en el cerebro. Cuánto más un pianista ha practicado en su niñez, más desarrollados son sus circuitos nerviosos en determinadas secciones del cerebro. La relación entre una educación musical temprana y un alto coeficiente intelectual también se ha comprobado científicamente. Sin embargo, Ullén no cree en absoluto en el llamado “efecto Mozart”, que postula que el escuchar música clásica nos hace más inteligentes. Pero crear música, eso sí entusiasma a este original músico y científico.


Los "demonios" bergmanianos

Dibujo de Alejandra Pizarnik

El cineasta sueco Ingmar Bergman se refería con frecuencia a sus “demonios”. Fuerzas que se apoderaban de él y lo precipitaban a la creación, pero también a la angustia. Así como su admirado August Strindberg, quien obedecía a lo que él llamaba los “poderes” (makterna), así Bergman solía adjudicar a sus “demonios” un poder intenso sobre su espíritu. En Lanterna magica dice (durante una hospitalización): “Atravieso un período de intenso sufrimiento. Protestando contra las indicaciones de los médicos, he abandonado completamente el valium y el mogadón. El efecto es inmediato. La angustia reprimida estalla como una llamarada, el insomnio es total, los demonios están enfurecidos y creo que las detonaciones en el interior de mi cuerpo me destrozarán.” (2). 

Fredrik Ullén y Örjan de Manzano han simplemente confirmado lo que muchos creadores testimoniaron y testimonian en sus obras y su vida: que los “demonios” realmente existen, y que muchos artistas han debido pagar un precio muy alto por sus excepcionales obras de arte.


Algunos ejemplos de creadores atormentados por enfermedades psíquicas:

Vincent van Gogh (1853–1890): célebre pintor holandés, uno de los representantes más destacados del expresionismo. Trabajó con intensidad aún durante períodos de depresión y melancolía. Internado durante un año en un hospital psiquiátrico, al poco tiempo de salir de la internación, se suicidó.

"Autorretrato con cigarro" Edvard Munch
Edvard Munch (1863–1944): pintor noruego. Reconoció recoger inspiración de sus trastornos psíquicos. Una de sus obras más conocidas, El grito, se incluye en una serie de pinturas denominadas El friso de la vida, cuyo tema es el aislamiento y la angustia. 

Virginia Woolf (1882–1941): escritora inglesa. Representante del modernismo literario, su escritura es considerada una de las más renovadoras de la lengua inglesa. Sufrió de crisis psicóticas durante toda su vida, pero logró sin embargo dar cauce a su atormentada creatividad en una obra literaria de gran calidad. Se suicidó a los 59 años.

August Strindberg (1849–1912): narrador y dramaturgo sueco. Vivió una vida tumultuosa y fue una figura dominante de la vida literaria y cultural de Suecia. Sufrió varias psicosis que, entre otras cosas, le sirvieron de fuente de inspiración para su obra Inferno.

Alejandra Pizarnik (1936- 1972) poeta argentina fuertemente influida por el surrealismo. Una de las voces líricas más originales de América Latina. Su extrema sensibilidad la llevó desde temprano a la adicción a las anfetaminas y otros psicofármacos. Sufrió períodos de depresión e intentó suicidarse varias veces. Internada en un hospital psiquiátrico en Buenos Aires, se suicidó durante un permiso de fin de semana con una sobredosis de barbitúricos a los 36 años.
 Ingmar Bergman cuenta acerca de sus demonios (en sueco): http://www.youtube.com/watch?v=UHcodzEEhLQ

miércoles, 3 de noviembre de 2010

Comala

Comala



                           “-Tú crees en el infierno, Justina?
                             -Sí, Susana. Y también en el cielo.
                            -Yo sólo creo en el infierno-dijo. Y cerró los ojos.”
                                                            Juan Rulfo. Pedro Páramo


Tengo la boca llena de tierra
quieren que diga
Susana
tierra en los ojos
en las concavidades de los ojos
en las cuencas vacías
del esqueleto
en las quijadas olorosas
a jazmín y limón
de Susana.

Se me llenan de tierra
los huecos de la nariz
las cavernas de los oídos
las vértebras
las uñas
los delicados metacarpos
La cara contra el barro
quieren
como a Matilde Arcángel
caída sobre el lodo
quieren que diga.

Tengo la boca llena de tí,
de tu boca
murmura Susana
en un murmullo
un puro grito
de rebeldía,
mientras las estrellas
enhebran la noche
de Comala